Cuando le pedimos a una niña de 17 meses que realice una tarea motriz por muy sencilla que sea, le estamos pidiendo a su cerebro que coordine su cuerpo y sus movimientos. Si lo logra, sentirá mucha alegría al sentirse de forma inconsciente, muy orgullosa de su hazaña. Si por el contrario se equivoca, aprenderá a corregir el error. Muchas veces no somos conscientes que cada movimiento conlleva una actividad mental y sensorial.
Todos los niños y niñas del mundo son ante todo ¡seres psicomotores! Uno de los pilares fundamentales del aprendizaje es el compromiso activo. La inactividad no favorece el desarrollo cognitivo ni motor. Si planteamos actividades sencillas de movimiento organizado con la finalidad de cumplir una tarea, favoreceremos el desarrollo, mejorando:
- 👉🏼Funciones cognitivas (imitación, organización, ejecución, corregir un error y planificar).
- 👉🏼 Estimula neuronas espejo.
- 👉🏼 Funciones motrices (motricidad gruesa, fina, coordinación manos – ojos)
